Adriana Álvarez recibió un correo de la asociación a la que pertenece con explicaciones sobre cómo quejarse de sus propios servicios de interpretación. |
Adriana Álvarez (26), ILS y diplomada en Magisterio de Educación Primaria, es una de ellas. En 2007 empezó un curso de comunicación de lengua de signos y, animada por su profesor, se acercó a APROSOJA, la Asociación Provincial de Personas Sordas de Jaén, de la que es socia desde entonces. Tras muchas tardes allí, y haber finalizado los primeros dos niveles de los cursos de F.P.O de la Junta de Andalucía, la animaron a hacer el ciclo superior de interpretación en lengua de signos, que finalizó en 2010. En esta asociación ha tenido ocasión de interpretar conferencias, asambleas, hacer servicios en una autoescuela e incluso interpretar una boda. De hecho, incluso se presentó al segundo Festival de la Canción en Lengua de Signos con una persona sorda y ganaron el primer premio. El pasado mes de febrero se fue a Sevilla a vivir porque había conseguido trabajo como ILS en Canal Sur.
- ¿Consideras que estabas preparada para empezar a trabajar como ILS de Canal Sur?
Trabajamos con mucha presión, tanto externa como interna. Pero una vez llegabas al trabajo, te sentabas en la silla y tenías que olvidar todo e interpretar. El equipo anterior ya llevaba cuatro meses trabajando en televisión y, de repente, entramos nosotros, un equipo nuevo a hacer esa labor. Es normal que se notara la diferencia.
- ¿Cómo fue el proceso de contratación?
Acepté un contrato muy aceptable, en mi opinión. Es posible que los antiguos intérpretes de la FAAS cobraran más, pero es que ellos ni siquiera han llegado a cobrar todo el salario de los meses que han trabajado, no sé si ya se habrán puesto al día con los pagos o no. No entiendo por eso la crítica: quizá nosotros cobremos un poco menos, pero al menos sí recibimos el dinero.
Las condiciones desde luego no eran inhumanas y durante los quince días que hemos trabajado la empresa se ha portado bien con nosotros. Los turnos los organizaba la coordinadora del grupo, siempre había dos personas y los turnos los organizábamos en función de la dificultad del programa. En un primer momento, lo acordado era cambiar cada veinte minutos, pero la idea era que luego, si estábamos cómodas, pudiéramos llegar a los veinticinco minutos o media hora. Un intérprete trabajaba en activo y otro en pasivo, siempre uno frente a otro, de apoyo.
En cuanto al salario, no te puedo especificar, pero por ejemplo yo, que he tenido que ir a vivir a Sevilla desde Jaén, no salía perdiendo dinero. El sueldo era un sueldo en condiciones para los tiempos que corren.
- Reyes Navarro me comentó que recibiste un correo electrónico de la asociación a la que perteneces con detalles sobre cómo quejarse de la calidad de los intérpretes contratados por Infoserla, es decir, de la calidad de tu propio trabajo. ¿Qué sentiste?
- ¿Y cómo reaccionaste?
- ¿Habías tenido alguna vez algún problema de que no te entendieran?
De hecho, el vídeo del manifiesto de los intérpretes contratados por Infoserla lo he colgado en mi Facebook y muchos de mis conocidos lo han compartido en sus muros y le han dado a «me gusta». Por eso no entiendo por qué no hemos recibido ningún apoyo y ni siquiera nos han preguntado qué tal estábamos.
- ¿Te arrepientes de haber aceptado el trabajo?
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Jennifer Bonilla: «Nuestra última culpa es querer trabajar, querer alimentarnos». |
- Ya sabemos, por las entrevistas a tus compañeras, algunos detalles sobre el tipo de contrato que os ofreció Infoserla, ¿podrías contarnos algo más?
- ¿Cómo has recibido todas las críticas que han dirigido hacia vosotros?
Empecé aprendiendo lengua de signos, me gustó, vi que tenía una cierta vocación y lo hice mi profesión y, por tanto, he querido vivir de eso. He aprovechado una oportunidad que, por condiciones de horario como de sueldo, no eran, para nada, inhumanas, y encima estaba relacionado con mi profesión. Nuestra última culpa es querer trabajar, querer alimentarnos. Creo que cualquiera que estuviera en nuestro lugar hubiera hecho lo mismo.
El error que ha cometido Infoserla es no dar su versión antes, porque, al no hacerlo, la gente solo tenía una versión y se la han creído. Y esto nos ha afectado a los ILS, porque muchas personas piensan que no somos profesionales, que no tenemos experiencia, que nos hemos reído de la comunidad sorda,… y eso no es verdad. Los que me conocen saben que yo no soy así, yo solo he querido trabajar. Todo esto me va a afectar, claro, y creo que aún no soy consciente de hasta en qué medida lo hará profesionalmente en el futuro.
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