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miércoles, 23 de octubre de 2013

Aplicación de las técnicas de interpretación a la lengua de signos española

Esta asignatura es, como ya os imaginaréis, una de las más importantes del primer curso de interpretación de lengua de signos. Al igual que en la carrera de Traducción e interpretación, sin embargo, no se empieza directamente a interpretar, en primer lugar porque en el ciclo se empieza a enseñar lengua de signos desde cero y, en segundo, porque así se pueden practicar todas las técnicas preinterpretativas.

Hablo, por ejemplo, de:
  • La memoria
  • La agudeza visual
  • La concentración
  • La capacidad de síntesis y análisis textual
  • La expresión, tanto en lengua oral como en lengua de signos
  • La visualización, poder ver en nuestra mente lo que describen las palabras

Así pues, durante los primeros meses, algunas de las actividades que realizamos eran buscar a Wally, tratar de memorizar un collage con muebles o ropa y luego dibujar los objetos en la misma posición -es mucho más complicado que simplemente nombrarlos-, rellenar textos con huecos, practicar los sinónimos y antónimos, hacer exposiciones orales, resumir noticias tanto en lengua oral como en lengua de signos una vez ya tenemos el nivel suficiente (y luego evaluarnos viendo el vídeo), signar recuerdos,... Mi actividad preinterpretativa fue la de escuchar/ver cortometrajes, visualizarlos y luego contarlos en lengua de signos (de forma visual, haciendo roles, etc.). Algunos de los cortos con los que trabajé fueron: El elefante encadenado, El árbol que no tenía hojas, Las ranitas en la nata, La manzana podrida, Por cuatro esquinitas de nada y Pobre cigüeña. Son una preciosidad de cuentos que os recomiendo a todos que veáis/escuchéis con los ojos cerrados. También practicamos poner palabras a vídeos sin sonido o mudos, como Love recipe o French Roast, algo que a mí personalmente me recuerda mucho a la audiodescripción.

Todas estas actividades prácticas las fuimos combinando con clases más teóricas, en las que aprendimos, por ejemplo, la historia de la interpretación, las diferencias entre la interpretación simultánea y la consecutiva, entre la interpretación de lenguas orales y lenguas de signos, el funcionamiento de los congresos con equipo de intérpretes de lengua de signos, el movimiento asociativo de los ILSE, los diferentes ámbitos en los que puede necesitarse un intérprete de lengua de signos (de momento en el blog solo he mencionado el ámbito sanitario, pero el resto ya llegará), el código ético, etc. El libro que se utiliza es el de Técnicas de interpretación de lengua de signos, de Esther de los Santos Rodríguez, que edita la CNSE.

Dos niños, dibujados a mano, se comunican mediante lengua de signos.
Y, por fin, llegó la hora de interpretar.


viernes, 11 de octubre de 2013

La iconicidad en la lengua de signos

Antes de empezar con esta entrada, dejad que hagamos un pequeño experimento (pensado solo para gente que no sabe lengua de signos). ¿Me entendéis?





Seguro que sí, y la explicación es muy sencilla: la lengua de signos tiene un fuerte componente icónico.

Según la RAE, un icono es un signo que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado (y, añado yo, por tanto resulta generalmente fácil de entender). Por ejemplo, casi cualquier persona, incluso los niños, entenderían la imagen de la derecha. Sin embargo, para entender los iconos, incluso los más sencillos, hace falta un cierto entrenamiento. Pensad, por ejemplo, en todas las señales de tráfico que tuvisteis que aprender para sacaros el carné del coche. Pero también daos cuenta de que, seguramente, alguien que ha vivido en una tribu perdida del desierto y no ha tenido contacto con otras culturas no entendería iconos como el de reciclaje de las botellas de plástico o los muñequitos que nos indican si el baño es para hombres o mujeres porque quizá allí todos lleven chilabas y no pantalones los hombres y falda las mujeres.


Todas las lenguas son icónicas hasta cierto punto. Pero, ¿acaso la palabra «gato» nos recuerda al animal, ya sea por su forma, olor o movimiento? Por supuesto que no. Por otro lado, no es casualidad que un gato maúlle casi de la misma manera en muchos idiomas: «miau» en español y alemán, «meow» en inglés y sirio, «miaou» en francés, «miaaaw» en árabe y «miou» en taiwanés. Se trata de onomatopeyas, las palabras icónicas de las lenguas orales. Y, sin embargo, hasta las onomatopeyas pueden ser arbitrarias, porque no me digáis que el maullido de un gato suena «nyah», como se representa en China, o el sonido de un beso suena «Schmatz», como aseguraba un amigo mío alemán. [Podéis ver más ejemplos de sonidos de animales aquí].

Algo parecido sucede con las lenguas de signos. En muchas de ellas se utiliza el mismo signo para «casa» o «comer» y, si no, seguramente te entiendan, aunque en Japón, por ejemplo, el signo de comer se haga como si comieras con palillos y no con la mano. No obstante, hay muchos otros signos que son arbitrarios, es decir, que no guardan relación con el objeto que designan. Y es que, si todos los signos fueran icónicos, todos los usuarios de lenguas de signos del mundo se entenderían sin problemas inmediatamente (y, aunque en parte se entienden, no podemos obviar que son idiomas distintos). ¿O cómo expresaríais vosotros conceptos como «arbitrariedad», «suerte» o «estatus» con las manos? La iconicidad no siempre es posible.

jueves, 3 de octubre de 2013

Servicios especializados para personas sordas

La clave para triunfar en el mundo de los negocios es buscar un hueco en el mercado y cubrir una necesidad. Hoy vamos a hablar sobre algunas empresas regentadas por personas sordas o que trabajan para ofrecer a este colectivo servicios especializados. A ver cuántas conocíais...

En Madrid se halla Misoltec, una empresa especializada en productos tecnológicos que fue creada por un grupo de personas sordas para ofrecer información y orientación a otra gente con sus mismos problemas y necesidades. El programa En lengua de signos emitió un reportaje sobre la compañía y sus objetivos:




En São Paulo, Brasil, la discoteca Clash Club inauguró a principios de año una sesión dedicada a las personas sordas. En la Sinta o Som (Siente el sonido), como se llama la sesión, la música se reproduce con los sonidos graves a un volumen más alto de lo normal, potenciando así que las personas sordas noten la vibración. Además, las luces, láseres y demás elementos visuales cambian de color y se mueven al ritmo de las canciones. Los trabajadores de la discoteca asistieron a un curso de lengua de signos para poder comunicarse con los clientes.

En Madrid también hubo hace un par de años una discoteca completamente adaptada al colectivo sordo: Equal. En ella, los camareros sabían LSE, en las pantallas del local podían verse las canciones signadas y con subtítulos, la iluminación del local permitía que los signantes se pudieran comunicar y los altavoces estaban enfocados hacia el suelo, de madera, para transmitir mejor las vibraciones. Solo los seguridades no sabían LSE, pero iban acompañados por intérpretes. Abajo os dejo un breve vídeo sobre la discoteca, pero si queréis más información podéis ver el reportaje realizado por Periodistas en potencia, de 9 minutos.



También hay cada vez más restaurantes y cafeterías gestionados por personas sordas, en lugares tan remotos como Gaza y Granada (Nicaragua), aunque también en Mallorca hay uno. Aquí podéis ver los reportajes sobre los primeros dos locales: